jueves, 20 de febrero de 2014

Del materialismo, necesidades, gastos superfluos, inversiones y caprichos

Vivimos en unos tiempos difíciles. Venga no, ya me gustaría verte en 1274 deslomado bajo el sol sin saber leer ni escribir o 500 años más tarde en la España ´´de Oro´´ con una Inquisición castigadora… también sin saber leer ni escribir. Sobre este tema ya tenemos a Pérez-Reverte con Alatriste entretenido, así que hoy te voy a hablar del día a día que a fin de cuentas es lo que nos ha tocado vivir.
Esto sí es difícil decirlo porque es una verdad de muchas familias que hoy en día lo pasan francamente mal. En época de vacas gordas estiraron el brazo mucho más que la manga y hoy están con la economía pilladísima. Que no falte ese BMW Serie 325i o la televisión de plasma de 50”, si es que no sé cómo antes podíamos ir a trabajar en el Seat Toledo o ver (si un día me meto a hablar de la televisión me cobra Microsoft por letra escrita) tu programa favorito en la tele antigua. No digo que hay que rechazar las nuevas tecnologías pero… ¿era necesario gastarse 1500€ en una simple HD Ready LCD de 36” en 2006? ¿Y qué hay de comprar un coche más caro, con más consumo y misma utilidad? Los pies un poco en el suelo y que no nos arrastre el hype del cambio tecnológico o el coche nuevo del vecino. Vamos a hacer un viaje, ¿te apetece? ¡Cógete las gafas de sol que nos vamos a California!
Nuestra ruta tecnológica comienza aquí, cerquita de San Francisco, por Silicon Valley. Luego no te quejes que mira a qué sitios más chulos te llevo. Este valle es sede de Google, Microsoft, Apple y otras tantas tecnológicas. Como no somos inventores de ningún Flappy Bird, creo que mejor empacar y marcharnos de fiesta a Las Vegas! Aquí se celebra el CES, en donde cada ano se presentan todas las novedades de la telefonía móvil.  
Este mundo avanza mucho más rápido que lo que el usuario medio se puede permitir. Incluso a veces se han producido casos de que las propias aplicaciones han dejado “obsoleto” un móvil que podría ser usado perfectamente, como ocurrió con Whatsapp y el iPhone 3GS. Pero… ¿quieres tú hoy un móvil sin Whats? Dicho esto, ¿necesitas para usar el Whatsapp la última iteración de tu marca favorita? Está claro que la aplicación funciona tanto en un Samsung Galaxy Mini como en un Note 3 y no por ello te voy a recomendar el primero. Aquí entran en juego varios conceptos como son la caña que le vas a dar diario al móvil, resto de funcionalidades de tu interés, comodidad  y facilidad de uso y es después, recalco, después cuando deben entrar tus gustos sobre diseño y si existe un sobreprecio respecto a la competencia, qué te lo justifica invertir en él. Por ejemplo, si eres de los que emplea el teléfono las 24h del día te compensará invertir unos euros de más en el aparato tecnológico que te va a acompañar durante al menos los dos-tres próximos años porque lo vas a rentabilizar y es importante que siempre te responda. Por otro lado si es un móvil para una persona mayor, con que sea accesible y fácil de uso le bastará, no creo que el chip más veloz del mercado cambie mucho su experiencia.
Nos marchamos un poco al sur. Sol, playa, surf, coches, cine. Sí, estamos en Los Angeles, cuna también de la feria del E3, la más importante en el mundo de los videojuegos. Este mercado se ha visto sacudido a finales de 2013 con los lanzamientos de las nuevas Xbox One y PlayStation 4, las cuales comparten generación, que no tecnología, con la Nintendo Wii U la cual lleva entre nosotros desde 2012. Seguramente no sepas ni qué es, y este es el verdadero problema de Nintendo. Centrándonos en las dos nuevas, hay que decir que no son propuestas iguales. Mientras Xbox One es más cara y menos potente que su rival, viene siempre junto con el nuevo Kinect y ya cuenta con juegos de cierto interés. Por su parte, PS4, pese a ser más barata, no ofrece de momento a penas software que compense su compra. ¿Cuál te comprarías si tuvieras que elegir? Para mi es complicado decidirme dados los reportes de fallos, ausencia de retrocompatibilidad y el juego online de pago en los dos productos; además quiero ver en el mercado cómo se mueven las futuras Steamboxes que darán mucho que hablar en este 2014. ¿Y cómo ha reaccionado el mercado? Bien, pues las dos han batido records de ventas. En el mercado de los videojuegos el factor capricho es mucho mayor que en otros y en cierto modo se ve normal comprar productos caros con rápida devaluación, convertir al usuario en betatester, vender juegos por fascículos (hola Metal Gear Solid V) y cada vez ofreciendo menor reto. La experiencia de esta generación pasada nos dice que un videojuego a los 9 meses de estar en el mercado ha visto su precio reducido entorno a un 70%. Aquéllos que compran de salida deben pensar que la experiencia no se disfruta igual unos meses antes que después. En ningún otro segmento de ocio se experimenta la bajada de precios tan abrumadora que sucede aquí, y es que la competencia es máxima. Por ello se producen grandes rebajas entre los juegos notables y no tan notables más pronto que tarde, mientras que los grandes títulos, los AAA, normalmente son superventas pero éstos se cuentan en una pequeña lista y tardan más en ver su precio disminuido.
Como en cualquier otro mercado de ocio, se puede obtener una relación €/h. El cine nos cuesta a unos 4€/h y lo consideramos caro. Pocos videojuegos ofrecen 140h de duración que compensen si quiera 2€/h de su precio de salida. Realizar esta comparativa es ciertamente útil para que al hacer cuentas de lo que uno se gasta en su hobby favorito no se lleve el sorpresón de lo que ha gastado para lo que ha disfrutado. Espera, amigo, la paciencia es la madre de la ciencia y prima hermana de nuestra cartera.
Recientemente salía una encuesta en donde el consumidor de videojuegos de PC elegía tal plataforma para jugar debido al precio barato de sus juegos. Y es aquí donde se encuentra Steam, sus rebajas y los famosos HumbleBundles. No entraré a valorar el mercado digital como tal, pero sí el problema que puede suponer que llegue una de estas épocas de ofertas y los ojos del jugón se conviertan en $_$ para encontrarse a los meses con una biblioteca de unos 100 juegos que no sabe ni cuándo compró, ni por qué, ni va a pasarse sino a lo sumo probar 5 min pero simplemente los tiene porque eran baratos. ¿A qué juegas? (Véase el doble sentido)
Esta crisis nos ha enseñado a valorar cada € que entra en la cuenta de manera diferente a antes. Invierte en lo que necesites y realmente vayas a usar, déjate menos en lo superfluo, valora lo que tienes en su medida, comparte y recomienda con gusto. Y ahora, ¡volvamos a la vieja Europa! Otro día te hablaré sobre ella.

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